sábado, 24 de octubre de 2009

APARECIÓ EL Nº 95 DE "MARCHA" (Octubre)

- Noticias del Club de Cultura Socialista de Neuquén

- Reuniones mensuales: el miércoles 30 de septiembre a las 20 hs., en Belgrano 778 de Neuquén, se llevó a cabo la exposición de Ramón Martínez Guarino “Un pantallazo sobre el proceso en Uruguay: el gobierno del Frente Amplio y las próximas elecciones del 25 de octubre”; y el miércoles 14 de octubre a las 20 horas y en el mismo lugar Osvaldo Calafati brindó una charla sobre el tema “Últimas tendencias del marxismo”.
- Publicaciones. Se recuerda a los asociados y amigos que se encuentran en venta en las librerías de la región y en el Club el número uno de la “Revista Socialista” y el libro (coedición con la editorial universitaria EDUCO) “Petróleo y económica neuquina” de Adriana Giuliani y Nora Díaz.
- Concurso de Monografías: Premio Club de Cultura Socialista - Fundación Confluencia
Este llamado a concurso ha tenido una amplia difusión en la región y muy buena respuesta de los asociados y amigos del Club, ya que hasta la fecha han solicitado el envío del Reglamento más de una veintena de postulantes. Para mayor información llamar al 0299 442 5926 de 17 a 20 h. o enviar correo electrónico a:
clubculturasocialistaneuquen@yahoo.com.ar o ajlgarcia@fibertel.com.ar.


A nuestros lectores:

América Latina está viviendo un momento crítico en su historia. Por un lado hay un despertar de las masas populares y de los pueblos preexistentes a la colonización europea, que van tomando conciencia de sus derechos y de la injusticia de un sistema que los condenó a la explotación y a la marginación; por el otro, han aparecido en la región gobiernos progresistas que acompañan –en algunos casos encabezan- este proceso de cambio pero, también e inevitablemente, ha surgido la reacción conservadora que trata de impedirlo. Podemos identificar en América Latina a tres bloques de países: los que a nivel gubernamental son de un claro signo de izquierda, grupo que incluye a Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador; el de gobiernos populares con una línea más moderada, como es el caso de Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Paraguay y Nicaragua, y, finalmente, un núcleo duro de derecha, en el que están México y Colombia, a los que hay que agregar los casos de Perú y Panamá, en donde la derecha ha ganado las elecciones. Honduras, que con el presidente Zelaya intentó sumarse a los grupos de países rebeldes, fue desplazado por un golpe de estado que colocó en su lugar a Micheletti (a quien los hondureños bautizaron como “goriletti”, en un argentinismo que nos debería llenar de vergüenza), cuyo gobierno de facto tiene una creciente resistencia popular.
En estos días se juega el futuro de Honduras y también, en las mesas electorales y no en una mesa de negociaciones, el futuro de Uruguay. El candidato de la izquierda, José “Pepe” Mujica, ha asegurado una relación más comprometida con América Latina y con el fortalecimiento del Mercosur y Unasur que la seguida hasta hoy por Tabaré Vázquez. El resultado de las elecciones en Uruguay y la resolución de la crisis en Honduras son trascendentales para toda América Latina. Debemos tomar conciencia que lo que ocurra en estos países hace al futuro de todos. Parafraseando a Atilio Borón podemos decir que “así como el capitalismo está librando una lucha planetaria para enfrentar su crisis, los movimientos sociales y las fuerzas progresistas no pueden dar una lucha local, parcial y parroquial, sino que es necesario concretar una coordinación de todas las resistencias a lo largo y ancho del Continente. Este es el gran desafío de los actores populares”.

Revisando la biblioteca

El Che Guevara y Gramsci
José Aricó

Texto fechado en México, el 8 de octubre de 1977 que sirvió como prólogo a una antología de Guevara realizada por el gramsciano argentino, fundador de la Revista “Pasado y Presente” y del Club de Cultura Socialista de Buenos Aires que lleva su nombre. Escribió libros fundamentales para la “traducción” del marxismo en América Latina, tales como “La cola del diablo. Itinerario de Gramsci en América Latina”,” Marx y América Latina” y el póstumo “La hipótesis de Justo. Escritos sobre el socialismo en América Latina”.

“Queremos reivindicar la figura de un dirigente revolucionario, poseedor de una experiencia no por breve menos rica, de un conocimiento de la teoría no por heterodoxa menos profunda, de una ética no por utópica menos realizable. Queremos mostrar que en su etapa de revolucionario «constructivo» de la nueva sociedad, Guevara supo partir de una concepción clara de lo que se debía y podía lograr y de un conocimiento adecuado de los medios a los que era preciso apelar para conquistarlo. Es posible que sea aún prematuro pensar en la reconstrucción científica y no apologética del pensamiento de Guevara, y que resulte inevitable la etapa presente de exaltación de su ejemplo, de su intransigencia revolucionaria, de sus esperanzas en un hombre nuevo. Es demasiado profundo el sacudimiento que provocó su presencia en la conciencia de los latinoamericanos y de todos los oprimidos del mundo como para que pueda abrirse paso con facilidad el juicio ponderado y justo de la validez de su acción y de su pensamiento. Pero debemos reconocer que ésta sigue siendo una deuda que todos tenemos con él y con la revolución latinoamericana. Porque no se trata simplemente de ajustar cuentas con un pasado, de arribar a un juicio histórico que nos permita explicar, sin mentirnos a nosotros mismos, el sentido de todo lo que ocurrió. El Che murió defendiendo la causa de los explotados y de los oprimidos de este continente y del mundo entero, sacrificó su vida en la realización de un proyecto de nueva sociedad que aún debe ser conquistado. Comprender su pensamiento y acción es también analizar los problemas que hace aflorar la revolución aquí y en el mundo, reconocer las dificultades que debe sortear el socialismo para ser real y no formal. En un momento de crisis y de perplejidades, el rescate del Che representa una toma de partido que divide tajantemente las aguas, que define claramente los campos. Adoptar el partido del Che significa reafirmarse en la convicción de que el socialismo y el hombre nuevo siguen siendo objetivos realizables, por los que vale la pena la lucha y el sacrificio. Cuando se quiere identificar al socialismo con la barbarie y se descree de la capacidad de los hombres de liberarse de las lacras del capitalismo para alcanzar una sociedad sin clases, igualitaria y libre, el pensamiento del Che se revela como el antídoto de la decepción, como esa sabia conjunción de pesimismo de la conciencia y de optimismo de la voluntad que reivindicaba Gramsci como lema de todo revolucionario cabal.
Frente a la socialdemocratización que amenaza disgregar la esperanza socialista en el mundo y empantanarla en una realpolitik devoradora, el ejemplo del guerrillero heroico, del «compañero ministro», del internacionalista sin prejuicios ni chovinismos, del socialista integral, seguirá siendo por muchos años un patrimonio a defender.”

Contenido temático del Boletín Marcha No. 95:

Por primera vez, en los varios años que llevamos editando Marcha, dedicamos prácticamente todo el boletín a nuestro país. Es que octubre ha sido pródigo en noticias y en temas de debate: en primer lugar se aprobó la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, una medida histórica que hace a la democracia argentina y que termina con una disposición impuesta por el gobierno de Videla; en segundo lugar, los principales responsables de la acumulación injusta de riqueza y, como consecuencia, de la marginación creciente de poblaciones enteras han descubierto, horrorizados, que existe la pobreza; como decía Elena Walsh: el diablo primero inventa pobreza y enfermedad y después crea las sociedades de caridad. También en octubre se planteó el conflicto laboral en la ex Terrabussi, ahora de capital norteamericano, y, por otro lado, se debatió la posibilidad que se vuelva a recibir créditos del FMI. Respecto al primero de los temas, reproducimos un artículo de Carlos Gabetta “Lo que está en juego”, que expone varios antecedentes internacionales aparentemente desconocidos por nuestra prensa. Sobre el segundo tomamos dos artículos: el de Carlos Heller “Pobreza y fabricantes de pobres” y uno que desarrolla el problema en forma muy simple, como lo hubiera escrito el inolvidable Fontanarosa: “Inodoro Pereyra y la injusta distribución” por Ricardo Luis Mascheroni, profesor de la Universidad Nacional del Litoral. Sobre el conflicto laboral optamos por un artículo de Alfredo Zaiat: “Delegados”, mientras que para el debate sobre el retorno al FMI tenemos dos opiniones: la de Mariano Borzel “Cantos de sirena” y la de Juan Santiago Fraschina “Romper el colonialismo mental”. Por último, cerrando esta entrega, un artículo sobre el imperialismo “La defensa, el ataque y la economía política” de José Luis Fiori. Esperamos que resulten de utilidad para todos ustedes.

Índice

- “Lo que está en juego”, por Carlos Gabetta
- “Pobreza y fabricantes de pobres”, por Carlos Heller
- “Inodoro Pereyra y la injusta distribución”, por Ricardo Luis Mascheroni
- “Delegados”, por Alfredo Zaiat
- “Cantos de sirena”, por Mariano Borzel
- “Romper el colonialismo mental”, por Juan Santiago Fraschina
- “La defensa, el ataque y la economía política”, por José Luis Fiori


Lo que está en juego
Carlos Gabetta (Le Monde Diplomatique, octubre 2009)

Los medios de comunicación, sobre todo los que se estiman más perjudicados y califican de “atentados a la libertad de prensa” el intento del gobierno argentino de reemplazar una ley impuesta por una dictadura, escamotean la reflexión sobre el marco global y los antecedentes internacionales en los que deberían inscribirse el debate sobre la nueva Ley de Servicios de comunicación Audiovisual, aprobada por el Congreso.
La paradoja de que los medios oculten al público información que les concierne da cuenta de la importancia del debate. El marco global de análisis y los antecedentes existen y vienen siendo mencionados desde hace años, en el país y el extranjero, por diversos especialistas, universidades, organizaciones y medios de comunicación alternativos. Pero ya se sabe que en la sociedad moderna, lo que “no sale en televisión” o en los grandes periódicos, no existe. La memoria elige lo que olvida, aseguraba Borges.
Sin embargo, la polémica sobre el significado y la aplicación de la libertad de expresión en un sistema de propiedad privada cada vez más concentrado es de una enorme trascendencia. Ocurre que el control de medios cada vez más poderosos en pocas manos se articula con otro fenómeno contemporáneo: la crisis capitalista reproduce las crecientes desigualdades económicas en los niveles educativo: mejor educación (aunque menos cultura, en el sentido clásico) para élites cada vez más estrechas, y empobrecimiento educativo, si no analfabetismo liso y llano, para capas cada vez amplias de la población. El desmantelamiento de los Estados durante el período neoliberal acentuó esta tendencia, incluso en las sociedades más avanzadas.
En este marco, la explosión tecnológica y productiva, que pone a disposición de un público cada vez más amplio una gran variedad de soportes informativos –de cuyo contenido es más que permitido dudar, que resulten de interés ciudadano- otorga a los dueños de esos medios un poder que excede el de la información.
Deteriorado el espacio educativo que otorga sentido crítico a los ciudadanos, y diversificada y vulgarizada al extremo la información, los medios han devenido algo así con el Oráculo de estos tiempos. Sólo que en lugar de revelar los misterios del universo, como entre los caldeos, obran ahora el milagro de ocultar todo problema, toda pregunta, todo futuro, tras un manto de trivializaciones, escamoteos y medias verdades, cuando no falsedades absolutas.
En el mirífico e inamovible presente que reflejan los medios, lo esencial no solo es invisible a los ojos, también al entendimiento.
El informe MacBride: conviene por lo tanto historiar brevemente y ofrecer las principales recomendaciones del “Informe MacBride”, un trabajo muy conocido por los especialistas pero ignorado por los grandes medios, a pesar de sus extraordinarios antecedentes.
Es que hay razones. En 1977 la UNESCO confió la presidencia de una Comisión Internacional encargada de desarrollar un estudio planetario sobre los problemas de la comunicación al abogado irlandés Sean MacBride, entre otras cosas ex ministro de Relaciones Exteriores de su país, premio Nobel de la Paz 1974 y premio Lenin 1977, fundador en 1946 de Partido Republicano y ex Alto Comisionado de las Naciones Unidas en Namibia.
El origen de la Comisión fue precisamente un discurso de MacBride en la UNESCO en junio de 1977, centrado en la fragilidad y vulnerabilidad de la prensa a consecuencia de las presiones económicas, financieras y políticas. MacBride sugirió que la UNESCO debería analizar el tema y elaborar un informe e, incluso, cierto marco normativo para proteger el derecho a la libertad de expresión de los ciudadanos del mundo. La repercusión del discurso hizo que la UNESCO decidiera crear la Comisión y nombrar presidente a MacBride, quien no tardó en rodearse de colaboradores de irreprochables antecedente: el fundador de Le Monde, Hubert Beuvev-Méry; el escritor Gabriel García Márquez; Leónidas Zamiatine, portavoz del gobierno soviético, y el sociólogo canadiense Marshall MacLuhan, entre otros.
Los trabajos de la Comisión comenzaron en diciembre de 1977 y duraron tres años en un clima que, según afirmó luego el propio MacBride, “no le inspiraba el mínimo optimismo”. En los años 70 las discusiones internacionales sobre el problema de la comunicación habían llegado al estadio de enfrentamiento abierto.
Las conclusiones y propuestas del “Informe MacBride”, aprobado por la UNESCO en 1980, provocaron una crisis en la institución, de la que aún no termina de recuperarse. Un par de datos ilustran su gravedad: el africano Mathar M’Bow, uno de los grandes apoyos de MacBride, fue relevado de su cargo como Director General; en 1984 el entonces presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, acabó retirando a su país de la organización, a la que no regresó hasta 2003, cuando todas las recomendaciones de la Comisión MacBride habían sido prácticamente olvidadas. Que un informe sobre comunicaciones precipite semejante crisis en un gran organismo internacional da la pauta de la importancia económica y política del tema.
¿Qué dice el Informe MacBride? Esencialmente:
• reivindica el derecho de todos los países a acceder a nuevas tecnologías y el de todas las sociedades a informarse e informar;
• afirma el derecho de los Estados (no de los gobiernos) a disponer de medios de comunicación y su deber de ponerlos a disposición de las organizaciones ciudadanas para contrapesar el poder de las grande corporaciones;
• propone estrictas medidas de control internacionales para los monopolio, en el entendimiento de que la concentración de medios atenta contra la libertad de información;
• promueve mecanismos de protección para los periodistas, no sólo respecto a su seguridad física, sino de su derecho a la independencia de criterio frente a las presiones empresarias y políticas, al mismo tiempo que requiere para la profesión un código deontológico basado en el respeto a la democracias y los derechos humanos, en la denuncia de las injusticias y la promoción de la igualdad.
El informe MacBride hace una serie de proposiciones detalladas en varios apartados:
• Política de comunicación para la independencia y el autodesarrollo.
• Refuerzos de las licencias para las tecnologías apropiadas.
• Nuevas tareas sociales para los medios de comunicación.
• Integración de la comunicación al desarrollo.
• Normas éticas y de integridad profesional.
• Democratización de la comunicación: componente esencial de los derechos humanos.
• Refuerzo de la identidad cultural para la dignidad humana.
• Acceso a la información técnica: recurso esencial para el desarrollo.
• Promoción de la cooperación internacional.
Por último, el Informe considera clave instaurar un Nuevo Orden Mundial de la Información y Comunicación (NOMIC), para que los países del entonces llamado Tercer Mundo (eran los tiempos de la guerra fría y de los procesos de descolonización) se encuentre en igualdad de condiciones financieras, culturales y tecnológicas con los países desarrollados en materia de medios de comunicación.
Algunas de las bases fijadas por el Informe para el NOMIC fueron: eliminar los desequilibrios entre el tercer mundo y los países desarrollados; impedir los monopolios; garantizar la pluralidad de las fuentes y de los canales de información; respetar la identidad cultural y el derecho de todos los pueblos del mundo a participar en los flujos de información internacional, etc.
Libertad de empresa: como se ve, nada pasible de entusiasmar a Fox News o al Grupo Clarín. Al colocar el problema de las comunicaciones en el marco de los derechos humanos, el desarrollo tecnológico equitativo y la igualdad de oportunidades, el Informe MacBride desenmascara el cacareo de las empresas sobre “libertad de expresión”, ya que éstas siempre, en todas partes, han considerado la libertad de todos como atentatoria de la propia.
La Ley de Radiodifusión que se intenta reemplazar en Argentina es al respecto una suerte de confesión: impuesta en 1980 por el dictador Jorge Videla, uno de los artículos prohíbe expresamente que las organizaciones sin fines de lucro (universidades, cooperativas, sindicatos, ONG, asociaciones vecinales, etc.) posean o gestionen ondas de radio o televisión.
Es por esto que, con todos sus defectos y omisiones, el proyecto de Ley de Comunicaciones aprobado es preferible a lo anterior. A pesar de las lamentables maneras, el presuroso inmediatismo, las triquiñuelas y la incompetencia de la mayoría de los dirigentes de la política argentina, indistinguibles casi de la sucia campaña de los grupos multimedia, algunos aspectos del proyecto fueron favorablemente modificados por los diputados y el tema se instaló en la opinión pública, que lo seguirá debatiendo.
Distinguir entre “libertad de expresión” y libertad “de empresa”, tal como indicó hace 30 años el Informe MacBride, es de vital importancia para consolidar sociedades democráticas e igualitarias.

jueves, 1 de octubre de 2009

APARECIÓ EL Nº 94 DE "MARCHA"

M A R C H A

Boletín informativo del Club de Cultura Socialista de Neuquén
clubculturasocialistaneuquen@yahoo.com.ar
Año IX, Número 94 Neuquén, septiembre del 2009

- Noticias del Club de Cultura Socialista de Neuquén

- Reuniones mensuales: para el miércoles 30 de septiembre a las 20 hs., en Belgrano 778 de Neuquén, está programada la exposición de Ramón Martínez Guarino “Un pantallazo sobre el proceso en Uruguay: el gobierno del Frente Amplio y las próximas elecciones del 25 de octubre”. El arquitecto Martínez Guarino fue secretario general del socialismo uruguayo y luego, como exiliado, estuvo radicado durante muchos años en Neuquén. Actualmente alterna su domicilio en Montevideo y nuestra región, en los que ejerce su profesión de especialista en planificación.
El día 14 de octubre a las 20 horas y en el mismo lugar expondrá Osvaldo Calafati sobre el tema “Ultimas tendencias del marxismo”. Osvaldo Calafati ha sido docente de la Universidad Nacional del Comahue, de la Escuela Superior de Arte del Neuquén y es miembro de la Comisión del Club de Cultura Socialista.
- Publicaciones. Se recuerda a los asociados y amigos que se encuentran en venta en las librerías de la región y en el Club el número uno de la “Revista Socialista” y el libro (coedición con la editorial universitaria EDUCO) “Petróleo y económica neuquina” de Adriana Giuliani y Nora Díaz.
- El Club, conjuntamente con el Foro Ciudadano por la Democracia en Neuquén (FCDN) y otras organizaciones de la sociedad civil, participó activamente en los pedidos de audiencia pública para analizar el transporte público de pasajeros en la ciudad de Neuquén, cosa que se concretó en este mes.
- El Club participó, conjuntamente con muchas organizaciones civiles, del lanzamiento del Foro para una Comunicación Democrática, cuya declaración inicial puede leerse en nuestra página: http://marchaccs.blogspot.com
- Concurso de Monografías: Premio Club de Cultura Socialista - Fundación Confluencia
Este llamado a concurso ha tenido una amplia difusión en la región y muy buena respuesta de los asociados y amigos del Club, ya que hasta la fecha han solicitado el envío del Reglamento más de una veintena de postulantes. Para mayor información llamar al 0299 442 5926 de 17 a 20 h. o enviar correo electrónico a:
clubculturasocialistaneuquen@yahoo.com.ar o ajlgarcia@fibertel.com.ar.

HOMENAJE A SALVADOR ALLENDE EN EL ANIVERSARIO DE SU MUERTE


En septiembre se cumple un nuevo aniversario de la muerte del presidente chileno. En sencillo pero sentido homenaje, el Club de Cultura Socialista hace suyos los siguientes párrafos tomados de un trabajo de Norton Contreras Robledo (“Rebelión”, 13-9-09).

...”Nos parece tan irreal que por momentos lo fantástico y lo mágico supera a la realidad. "La irrealidad” de un presidente leal a la promesa hecha a su pueblo, combatiendo, luchando entre el humo, las llamas y la metralla (el 11 de septiembre de 1973), defendiendo el derecho que el pueblo y los trabajadores le habían dado. Defendiendo el gobierno de la Unidad Popular y las ilusiones y deseos de construir en Chile lo que él denominaba el socialismo a la chilena con sabor a empanada y vino tinto. Defendiendo una constitución usada para destituir a ministros y frenar el avance del gobierno. Defendiendo un parlamento en el que los partidos de derecha se habían entregado a la sedición golpista, apoyada y financiada por el imperialismo norteamericano.
Cuando vemos su imagen, cuando leemos, oímos su voz valiente y serena en las que fueron sus últimas palabras al pueblo de Chile, nos parece tan irreal que por momentos lo fantástico, lo mágico, supera a la realidad. Pero es la realidad quien se encarga de recordarnos y decirnos que Salvador Allende es real y está presente en las luchas de los pueblos. LUCHA QUE CONTINÚA.”...

Revisando la biblioteca

El Socialismo en la Patagonia

Como es sabido, en los territorios nacionales los ciudadanos eran de segunda: no participaban de las elecciones nacionales, no tenían representación en el congreso ni elegían al presidente de la República. La ley 1532 de 1884 estableció el derecho político exclusivamente para la elección municipal en aquellas poblaciones mayores a los 1.000 habitantes, mientras que preveía la creación de una legislatura territorial cuando tuvieran más de 30.000 habitantes y su provincialización cuando superaran los 60.000, cosas que no se cumplieron: en la Constitución de 1949 se estableció la elección de delegados ante la Cámara de Diputados (hubo una sola elección: en 1951) y, finalmente, en 1956 se provincializaron los territorios nacionales.
A pesar de esa situación, la actividad política fue intensa, en particular para las ideas progresistas, aunque los comicios fueran sólo municipales. El primer Partido Socialista fue creado en La Pampa en 1913 y, rápidamente, nacieron partidos (con sus correspondientes bibliotecas y periódicos) en toda la Patagonia. Inicialmente compitieron ideológicamente con los anarquistas, de gran llegada en los inmigrantes españoles y que influyeron decididamente en los primeros gremios obreros y en la conocida huelga revolucionaria de 1921, y luego con los radicales, el otro partido nacional con fuerte presencia en la Patagonia.
Esa rica historia de la izquierda patagónica se la conoce incompleta y fragmentariamente. Por eso el Club de Cultura Socialista, conjuntamente con Fundación Confluencia, ha lanzado un concurso de monografías sobre esta historia en el Valle del Río Negro y Neuquén; las premiadas serán, además, publicadas en forma de libro. El proyecto es avanzar con concursos similares para cubrir los antecedentes en toda la Patagonia.
Adelantándose a este proyecto, este año el Fondo Editorial Pampeano, del gobierno provincial, ha publicado el libro de Luciano Andrés Valencia La transformación interrumpida, que es la historia del socialismo en La Pampa durante los años 1913-1938. Allí se informa de sus éxitos en las elecciones municipales durante los años '30, en particular en las dos principales ciudades pampeana, Santa Rosa y General Pico, que demuestran el apoyo popular que tenía el socialismo, cosa que se repetía en los demás territorios patagónicos.
Sin embargo, dice el libro, “las divisiones internas interrumpieron así un período de transformación que se estaba operando en las localidades más pobladas del Territorio, en donde se habían concretado medidas tales como la municipalización de los expendios de pan y carne, la lucha contra la evasión y los monopolios, las administraciones ordenadas de la comuna, con rendimientos de cuenta, publicación de boletines y estricto cumplimiento de las ordenanzas municipales, la creación de Bolsas de Trabajo, la realización de obras públicas, la preocupación por el mejoramiento de las escuelas y los hospitales, el fomento de la cultura, la sindicalización y el cooperativismo, y la aprobación de una moderna legislación laboral” (pg. 254). Cuando se produjo el golpe de 1943 solamente gobernaban es la localidad de Trenel.
Luego la izquierda (incluyendo al socialismo y al comunismo) olvidaron que sin clase trabajadora no hay socialismo y en lugar de acompañar –aún críticamente- a los movimientos de masas, se unieron a la oligarquía y a la derecha en la “Unión Democrática” de 1946 y luego en la “Libertadora” de 1955, disminuyendo aún más su presencia política. Es de esperar que se aprenda de la experiencia histórica, porque de lo contrario se está condenado a repetir la historia que, como decía Marx, se da la primera vez como tragedia y la segunda como farsa.

Quienes deseen contactarse con el autor, Luciano Andrés Valencia, pueden hacerlo al teléfono 0299-155-471188 o al e-mail valencialuciano@gmail.com.

Contenido temático del Boletín Marcha No. 94:

Iniciamos nuestra entrega mensual con un artículo sobre la actualidad local, en el que Osvaldo Pellín comenta la negativa del ex gobernador Jorge Sobisch a cumplir con un requerimiento de la Justicia provincial.
Continuamos el presente boletín con artículos referidos a nuestro país. Siempre nos interesó presentar opiniones calificadas y de distintos sectores de la izquierda sobre cuál debe ser la posición de las fuerzas progresistas en la coyuntura actual; en esa línea, hoy transcribimos las reflexiones de Carlos Heller, diputado nacional electo por la Capital Federal, que llevan como título “Restauración neoliberal o profundización transformadora”. A continuación, y referido al actual debate sobre una nueva ley de comunicación social, publicamos el artículo de Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la paz, “¿Qué defendemos? ¿La libertad de prensa o la de empresa?” y, finalmente, referido a la situación económica:”Sequía” de Alfredo Zaiat.
En el plano latinoamericano, sacudido por el acuerdo de Colombia para entregar bases militares a Estados Unidos, presentamos dos trabajos: en primer lugar el del científico social argentino Atilio A. Borón “El espejo de Uribe” y, a continuación, las reflexiones de Fidel Castro sobre la reunión del UNASUR realizada en Bariloche “Es hora del recuento y de la marcha unida”.
Cerramos este boletín con un tema de preocupación y debate en la teoría socialista: las “Reflexiones acerca del ’hombre nuevo’ del socialismo” de Marcelo Colussi.

Índice

- “La hinchada no gana partidos”, por OsvaldoPellín.
- “Restauración neoliberal o profundización transformadora”, por Carlos Heller.
- “¿Qué defendemos? ¿La libertad de prensa o la de empresa?”, por Adolfo Pérez Esquivel, argenpress
- “Sequía”, por Alfredo Zaiat, Página 12;
- “El espejo de Uribe”, por Atilio Borón, argenpress
- “Es hora del recuento y de la marcha unida”, por Fidel Castro, argenpress
- “Reflexiones acerca del “hombre nuevo” del socialismo”, por Marcelo Colussi, argenpress


La hinchada no gana partidos por Osvaldo Pellín (especial para “Marcha”)

Está muy metido en el sentir popular que la hinchada gana partidos. Que con su aliento, sus cantos y sus gritos, impulsan al equipo de su divisa, para que saque fuerzas de donde no tiene y se sobreponga a una derrota previsible. Es más, la condición de local en cualquier deporte parece incentivar esos valores ocultos de cada jugador, puesto que lo acompañará más público que el que siga a sus eventuales adversarios. Por eso, ser local es considerado un handicap que mejora las posibilidades de triunfo. Todo esto para probar que a veces las hinchadas ganan partidos. Aserto que no funcionó, desagraciadamente, para nuestra selección nacional en su encuentro con Brasil, donde fue local en la ciudad de Rosario.
Pero si con sus excepciones esto es verdad en el deporte, ha comenzado en nuestra provincia a ser también patrimonio de la política. La hinchada ahora pretende influir sobre la Justicia y otorgarle bríos insospechados a quienes están siendo indagados para confirmar o desechar su culpabilidad.
El caso reciente que involucra a un ex gobernador es un claro ejemplo de lo que digo. Fue a declarar ante el juez en una causa que lo tiene como imputado acompañado de un puñado de hinchas que gritaban vivas a su persona. Este hecho, probablemente, habrá sido el que dio tantas ínfulas a su ánimo que, según testigos, en el momento en que el juez de la causa intentó saludarlo, lo desairó negándose a estrechar su mano. Lógicamente la hinchada festejó semejante gesto de mala educción en plena zona adversaria, como se festeja un gol. Luego, y siempre a estar de trascendidos, su propio compañero de equipo, su abogado defensor, se animó a tratar de boludo al mismo señor juez, que ya por entonces veía como, aún siendo local, le apedreaban el rancho sin ninguna posibilidad de repeler la agresión.
Este ex gobernador debe saber que la causa que lo involucra está fundada en una semiplena prueba de que le quitó protección a un grupo de docentes que, en Plaza Huincul, se movilizaba reclamando mejoras salariales. Estos obstruían la entrada a la destilería y, a efectos de producir su desalojo por la fuerza, envió a la barra brava de su hinchada para que lo hiciera, ordenándole, al mismo tiempo, a la policía que no interviniera. Los barrabravas, cebados con semejante misión, carente de riesgos y posiblemente muy bien remunerada, se dedicaron a pegar y mandar al hospital a los huelguistas. Con el camino a la destilería expedito, el ex gobernador se explayó con orgullo ante la opinión pública asumiendo, desembozadamente, su responsabilidad política en lo que consideraba un hecho meritorio.
Pero como la decisión fue totalmente ilegal, con procedimientos tales como declarar zona liberada una porción del territorio para que los barrabravas obraran con total impunidad, es que ahora se juzga los alcances penales de su decisión.
Mas como se pretende diluir en la intrascendencia a semejante delito, es que otra vez se busca la razón en la fuerza y se apela a la hinchada como ariete de la prepotencia y de los gestos intimidatorios.
Debemos convencernos de una vez los argentinos, y los neuquinos en particular, que las hinchadas no ganan los partidos. Que la victoria o la derrota tienen por protagonistas a los propios jugadores que deben asumir sus responsabilidades, porque para eso se les paga muy bien. Que usurpar las reglas del juego e imponer la impunidad no debería ser la condición necesaria para que el resultado de la competencia dé por ganador al que claramente hubiese perdido de no haberlas violado.

Restauración neoliberal o profundización transformadora
Carlos Heller (“Realidad Económica” Nº 245, julio-agosto de 2009)

En la campaña electoral sostuvimos con énfasis que, más allá de otros aspectos y elementos que debían incorporarse al análisis de la coyuntura, lo que estaba en juego centralmente era una lucha entre dos proyectos de país. La retórica opositora –político-partidaria y de los representantes del poder económico concentrado- se desgañitaba introduciendo consignas huecas, una programática contradictoria, críticas formales y amenazas veladas o manifiestas al orden constitucional. Las propuestas de De Narváez advirtiendo que la salida a la crisis era el ajuste de la obra pública son compatibles con la propuesta de Prat Gay de volver al Fondo Monetario, mientras que demagógicamente se exigía un subsidio universal por hijo. La oposición acelera su embestida al rumbo iniciado en mayo de 2003, que privilegió la unidad latinoamericana y la ruptura con la tristemente célebre doctrina de las “relaciones carnales” con los EE.UU., que implementó la política de memoria, verdad y justicia, el mejoramiento de la Corte Suprema, la recomposición de un modelo productivo orientado al mercado interno, el desmantelamiento de la institucionalidad neoliberal (como la aún poco valorada estatización de las Administraciones de Fondos de Jubilaciones y Pensiones, o la recuperación de Aerolíneas Argentinas), la restitución de derechos a nuestros jubilados. Está claro que se proponen bloquear las nutrientes de un proyecto de país orientado a la dignidad de todos, a la reforma de la heredada Ley de Radiodifusión, al derecho de percibir rentas extraordinarias como medida de justicia distributiva entre otras cuestiones. Más allá de las insuficiencias y contradicciones del Gobierno, las críticas de la derecha económica y política apuntan contra las medidas orientadas a la justicia social de una gestión que deberá ahora repensar las alianzas sociales y políticas que hagan posible la profundización del rumbo iniciado en el 2003. Si alguien tiene en claro este panorama y lo que está en juego, son las grandes corporaciones económicas y sus voceros políticos. La Asamblea Restauradora de la Mesa de Enlace que se llevó a cabo en la Sociedad Rural, con la entusiasta participación de Francisco De Narváez, dejó en claro un rosario de exabruptos que son inadmisibles en un país democrático. La reivindicación apologética del apellido Martínez de Hoz deja planteada negro sobre blanco la posición de una fracción social cuyo programa económico es el mismo que el de la dictadura genocida. En una dirección convergente se ha expresado la Asociación Empresarial Argentina (AEA), cuyos puntos reivindicativos son patéticamente consistentes con el paradigma neoliberal (…) La rentabilidad empresaria, la libertad de precios y la inconveniencia de discutir salarios se complementa con una “carga razonable y repartida equitativamente”, lo que no sería contradictorio con “hacer una reducción a las retenciones de los productos agropecuarios”. El paraíso neoliberal de la AEA se complementa con un reconocimiento al privilegio de las empresas privatizadas a definir las tarifas de manera de “incentivar las inversiones de las empresas”. Esta muestra discursiva nos parece suficientemente expresiva de la ofensiva restauradora de los sectores más concentrados de la economía, fuertemente interesados en retrotraer a nuestro país a los años dorados (para ellos) del neoliberal conservadurismo. No se trata sólo de una expresión de deseos, sino que esta política se expresa inequívocamente en la Ciudad de Buenos Aires. El futuro que nos propone Mauricio Macri y su coalición política es un retorno al pasado. En este marco deben entenderse las políticas de destrucción del espacio público –especialmente la salud y la educación- y el refuerzo de las orientaciones represivas del Estado reclutando personajes siniestros involucrados en la violación sistemática de los derechos humanos. Macri redujo en dos puntos el presupuesto educativo con respecto al año pasado, pero incrementó en 200 millones el subsidio del Estado a las escuelas privadas. Vació el presupuesto del Instituto Municipal de la Vivienda y re-direccionó fondos para obras de pavimentación. De mil personas en situación de calle en un solo año se duplicó el número de indigentes sin techo. Para ellos, el destino es la agresión física por parte de la Unidad de Cuidado del Espacio Público (UCEP) y la expulsión de la ciudad de Buenos Aires, una ciudad que la derecha neoliberal conservadora piensa para pocos. Quienes defendemos los valores de la justicia, sostenemos la necesidad de generar políticas de redistribución progresiva del poder, la riqueza y el conocimiento. Impulsamos el reconocimiento de lo diverso. Defendemos modelos de participación ciudadana en la construcción de las políticas públicas, apuntando a una democracia sustantiva. O sea, lo contrario del programa de la Mesa de Enlace, la Asociación Empresarial Argentina y los políticos que hacen de patético partenaire de esos intereses minoritarios. La pregunta que debemos hacernos es, a la vista del análisis histórico y de la actualidad de la Ciudad de Buenos Aires, de qué lado estamos. El progresismo en todas sus variantes tiene una responsabilidad histórica, no puede ser el vagón de cola de un tren que nos conduzca a un modelo de injusticia, privilegio e impunidad que empujan los sectores neoliberal-conservadores. Los próximos dos años dirán si estuvimos a la altura de los desafíos por los que nuestras bocas se llenan de palabras.